1.Encuestas y /o entrevistas a trabajadores:
a.¿Cómo imaginaban el trabajo cuando eran niños?
b.¿Cuáles les parecen los aspectos más positivos del trabajo?
c.¿Cuáles les parecen los aspectos más negativos?
2.Confección de una línea de tiempo:
a.En la parte superior, ubica los acontecimientos destacables de los últimos años (desde S. XX) que han marcado la vida social (Político- Económico –Cultural) en lo Nacional e Internacional, con respecto al mundo del trabajo.
b.En la parte inferior, ubica los acontecimientos destacables de las trayectorias laborales de los entrevistados ( las preguntas consignadas en 1,tienen carácter orientador pero no excluyen otras según criterio de los entrevistadores y en el contexto del tema en estudio).
3.Lectura y análisis de la ficha de trabajo N° 1: “El trabajo y su contexto social” Marx, Karl. Manuscritos de 1844. Economía política y filosofía.
4.Presentar por escrito un informe sobre cuáles de las afirmaciones que Marx hizo en el siglo XIX les parece que pueden aplicarse en el mundo laboral actual. Justifiquen sus respuestas con situaciones contemporáneas (consideren portales de al menos cuatro diarios y las entrevistas realizadas).
5.Puesta en común de la guía de trabajo.
El trabajo y su contexto social
“Ahora bien, ¿en qué consiste la alienación del trabajo? Ante todo, en el hecho de que el
trabajo es exterior al obrero, es decir, que no pertenece a su ser; que, en consecuencia, el
obrero no se afirma en su trabajo, sino que se niega; no se siente cómodo, sino desventurado;
no despliega una libre actividad física e intelectual, sino que martiriza su cuerpo
y arruina su espíritu. En consecuencia, el obrero solo tiene la sensación de estar consigo
mismo cuando está fuera del trabajo, y, cuando está en su trabajo se siente fuera de sí. Está
como en su casa cuando no trabaja; cuando trabaja no se siente en su casa. Su trabajo no
es, pues, voluntario, sino impuesto; es trabajo forzado. No es pues, la satisfacción de una
necesidad, sino solo un medio de satisfacer algunas necesidades al margen del trabajo.
El carácter extraño del trabajo aparece con claridad en el hecho de que apenas deja de
haber obligación física o de otro tipo, el trabajo es rehuido como si fuera una peste. El
trabajo exterior, el trabajo en el que el hombre se aliena, es un trabajo de sacrificio de si,
de mortificación. Por último, el carácter exterior del trabajo con respecto al obrero aparece
en el hecho de que no es un bien propio de éste, sino un bien de otro; que no pertenece al
obrero; que en el trabajo el obrero no se pertenece a si mismo, sino que pertenece a otro.
Así como en la religión la actividad propia de la imaginación humana –del cerebro humano
y del corazón humano- actúa sobre el individuo independientemente de él, así también la
actividad del obrero no es su propia actividad. Pertenece a otro; es la pérdida de si mismo.
Llegamos, pues, al resultado de que el hombre solo se siente ya libremente activo
en sus funciones animales: comer, beber y procrear, y, cuando mucho, en su cuarto,
en su arreglo personal, etc., y que en sus funciones de hombre sólo se siente ya
animal. Lo bestial se convierte en lo humano y lo humano se convierte en lo bestial.
Comer, beber, procrear, etc., son también, por cierto, funciones auténticamente humanas.
Pero separadas en forma abstracta del resto del campo de actividades humanas y convertidas,
así, en el único y último fin, son bestiales”.Marx, Karl, Manuscritos de 1844. Economía, Política y Filosofía. Buenos Aires, Arandu,1968.
obrero no se afirma en su trabajo, sino que se niega; no se siente cómodo, sino desventurado;
no despliega una libre actividad física e intelectual, sino que martiriza su cuerpo
y arruina su espíritu. En consecuencia, el obrero solo tiene la sensación de estar consigo
mismo cuando está fuera del trabajo, y, cuando está en su trabajo se siente fuera de sí. Está
como en su casa cuando no trabaja; cuando trabaja no se siente en su casa. Su trabajo no
es, pues, voluntario, sino impuesto; es trabajo forzado. No es pues, la satisfacción de una
necesidad, sino solo un medio de satisfacer algunas necesidades al margen del trabajo.
El carácter extraño del trabajo aparece con claridad en el hecho de que apenas deja de
haber obligación física o de otro tipo, el trabajo es rehuido como si fuera una peste. El
trabajo exterior, el trabajo en el que el hombre se aliena, es un trabajo de sacrificio de si,
de mortificación. Por último, el carácter exterior del trabajo con respecto al obrero aparece
en el hecho de que no es un bien propio de éste, sino un bien de otro; que no pertenece al
obrero; que en el trabajo el obrero no se pertenece a si mismo, sino que pertenece a otro.
Así como en la religión la actividad propia de la imaginación humana –del cerebro humano
y del corazón humano- actúa sobre el individuo independientemente de él, así también la
actividad del obrero no es su propia actividad. Pertenece a otro; es la pérdida de si mismo.
Llegamos, pues, al resultado de que el hombre solo se siente ya libremente activo
en sus funciones animales: comer, beber y procrear, y, cuando mucho, en su cuarto,
en su arreglo personal, etc., y que en sus funciones de hombre sólo se siente ya
animal. Lo bestial se convierte en lo humano y lo humano se convierte en lo bestial.
Comer, beber, procrear, etc., son también, por cierto, funciones auténticamente humanas.
Pero separadas en forma abstracta del resto del campo de actividades humanas y convertidas,
así, en el único y último fin, son bestiales”.Marx, Karl, Manuscritos de 1844. Economía, Política y Filosofía. Buenos Aires, Arandu,1968.
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